Durísimo varapalo al narcotráfico con mayúsculas. La Guardia Civil de Palma ha culminado una investigación y ha interceptado un barco con 600 kilos de cocaína a bordo. El armador de la embarcación es de la Isla y en la operación se han realizado al menos dos detenciones.
El EDOA (Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga) de la Comandancia palmesana llevaba un tiempo tras la organización criminal y este fin de semana tuvieron la confirmación de que el barco sospechoso, que había zarpado de un puerto de un país sudamericano, se dirigía hacia España.
El lunes, cuando la nave se encontraba en aguas de Málaga, fue abordada por los investigadores, que detuvieron a varios implicados. En el interior se encontró un auténtico alijo de droga, en concreto 600 kilos de una sustancia que según todos los indicios es cocaína. Además, es de una gran pureza, lo que hubiera disparado su valor en el mercado negro. Al menos uno de los arrestados, el armador del barco, es de origen ibicenco. Su identidad no ha trascendido.
El barco ha sido trasladado hasta un puerto del sur de España para ser examinado por los expertos por si hay recovecos ocultos. También están analizando por GPS la ruta exacta que siguió el capitán. De momento, el caso se encuentra bajo secreto de sumario y desde la Comandancia palmesana no se ha facilitado ningún tipo de información porque el operativo sigue abierto y no se descartan nuevas detenciones.
La droga incautada ha sido trasladada a un lugar seguro y en cuanto el juez lo autorice se procederá a su incineración. Ahora, el EDOA está rastreando los vínculos de la organización de narcos con Mallorca, desde donde operaban hacía un tiempo. Los implicados tenían contactos a un alto nivel para entrar alijos considerables. Los acusados, de momento, parece ser que se niegan a hacer ningún tipo de declaraciones.
Duro golpe
El abordaje al barco que se dirigía a Mallorca y la incautación de 600 kilos de cocaína supone uno de los mayores alijos de los últimos años en Baleares. Se da la circunstancia de que hace unos días Vigilancia Aduanera ya interceptó en aguas argelinas un velero que se dirigía a Mallorca con 5.000 kilos de hachís. Estos grandes alijos ponen de manifiesto que el Mediterráneo sigue siendo la puerta de entrada de toneladas de estupefacientes cada mes.