La policía francesa encontró el pasado sábado a Natalia Sánchez Uribe deambulando por la calle desorientada. Iba indocumentada y estaba aturdida. La ingresaron en el hospital psiquiátrico Henri Ey, en el número 15 de la Avenue de la Porte de Choisy.
Este miércoles por la tarde, la expectación a las puertas del centro era máxima. Muchos medios de comunicación se agolpaban a las puertas para conocer el estado de Natalia y tener más datos sobre la desaparición de la joven desde el pasado 1 de mayo.
Curiosamente, el hospital Henry Ey se encuentra cerca de la universidad a la que acudía Natalia y donde se encontró su mochila con su teléfono y su ordenador.
Horas antes del hallazgo, el padre de Natalia, a través de un audio en la Fundación QSD (Quién Sabe Dónde), explicó que estaban muy agradecidos por el apoyo recibido y que su prioridad era encontrar a su hija.
Después, cuando se confirmó que la joven se encontraba en un hospital de París, la familia a través de la misma plataforma del periodista Paco Lobatón solicitó un tiempo para su intimidad y recuperar la calma tras una semana de verdadera angustia.
Esto sera un ejemplo para las futuras chica que vayan al extranjero con el programa Erasmu, para que no se fien de nadie por ahí.