La seguridad privada en las islas sufre, al igual que el resto de personal de emergencias, policial o sanitarios el problema de la falta de vivienda. En el programa Ley y Orden, Javier Llaneras, gerente de la empresa de seguridad Segurisba analiza el sector.
«Nosotros somos una empresa de unos 200 trabajadores de media. La temporalidad nos afecta entre un 25 y un 30 por ciento, pero es cierto que todo el sector sufre una gran falta de vigilantes. En las islas la falta de vivienda frena la llegada de personal procedente de la península y esto genera un problema para todas las empresas de seguridad. Hay que apostar por la formación constante de nuestros profesionales y ofrecer un buen servicio a los clientes. Nuestra gran carga de trabajo es la hostelería y el turismo en general», apunta Llaneras.
Por su parte, Inés Ybarra, gerente de Ideas Formación y experta en seguridad privada, destacó el papel de la formación y de los cursos de reciclaje de todos los vigilantes. También confirmó que «en la actualidad ser vigilante de seguridad es una profesión de futuro con trabajo asegurado», concluye.