El 29 de marzo de 2018, sobre las 15.40 horas, dos jóvenes abordaron a una mujer de 90 años en el portal de su domicilio, en la calle Picos de Europa de Palma. «Me intentaron quitar el bolso, pero no pudieron. Lo que más me dolió es que me robaran la cadena de mi hijo, que está muerto». Seis ancianas recordaron este jueves en el juicio, celebrado en una sala del juzgado de Penal 3, los asaltos que sufrieron por una banda de tironeros.
Los cuatro jóvenes, de entre 18 y 28 años, están acusados de numerosos robos perpetrados entre marzo y mayo de 2018. La Fiscalía pide condenas que suman 32 años y medio de cárcel para la presunta organización. Las seis víctimas declararon con un biombo para no ver a los acusados.
Una de las perjudicadas, de 83 años, contó que el 18 de abril un joven se acercó a ella cuando estaba a punto de entrar en su casa. «Me quitó la cadena que llevaba en el cuello y huyó en bicicleta». La mujer aseguró que no sabía si reconocería al asaltante.
Otra de las víctimas explicó con detalles el robo y la agresión que sufrió, el 15 de mayo a mediodía, en el portal de su piso de la calle Aragón.
«Había un chico bien vestido que tocaba el telefonillo. En el cuarto hay un piso de estudiantes y pensé que iría allí. Entré en el portal y noté que me tiraba de la mochila. Con la mano izquierda intentó quitarme la cadena y luego me pegó un puñetazo en el oído. El chico rompió la cadena y huyó corriendo».
La mujer, que tiene problemas de audición tras el golpe que recibió, reconoció sin ningún tipo de duda al presunto ladrón. Era el joven que estaba sentado el primero por la izquierda en el banquillo de los acusados.