Adela Vargas visita los estudios del programa Ley y Orden para relatar el acoso que está sufriendo su hijo por el simple hecho de ser gitano.
«El acoso laboral y el maltrato psicológico que he sufrido me han provocado una depresión. Yo sólo quiero seguir trabajando con una galera en s'Arenal, pero los compañeros -y uno en particular- no para de insultarme porque soy gitano. Me hacen mobbing y yo solo pido al Ajuntament que me recoloquen en la calle Conquistador, en Palma, pero me ignoran. Soy gitano y no les importo».
David Navarro Vargas tiene 24 años y hasta hace año y medio se dedicaba a lo que ha hecho su familia toda la vida: conductor de galera para turistas. «Es mi pasión y lo único que sé hacer. La licencia me costó media vida, pero una vez que la tuve empezaron a machacarme con insultos. No me dejan trabajar porque me esconden los cubos o los trapos. Se saltan los turnos para quitarme clientes y es un acoso continuo», relató a Ultima Hora.
La discriminación que padece la ha denunciado en el juzgado de Palma, que dio cuenta a la policía, en Cort, en el defensor del ciudadano y en una asociación de integración del pueblo gitano. Pese a todo, hace año y medio que ha tenido que dejar su trabajo de calesero: «Es una tortura psicólogica lo que me hacen y me estaba volviendo loco. Buscan que me enfrente a ellos y me detengan, para que pierda mi licencia. Por eso prefiero no trabajar. Pero de algo tengo que comer, ¿no?».
Durante el programa, Adela Vargas envió un mensaje al alcalde de Palma, Antoni Noguera, para pedirle ayuda para el pueblo gitano.