Rafael Munar, el hombre indignado con la Justicia, lo ha vuelto a hacer. Días después de protagonizar una sentada en mitad de la calle Unió de Palma, este martes el lugar escogido ha sido la Rambla. Como consecuencia de su protesta se ha visto alterado el tráfico durante unos minutos en la concurrido vía de la capital balear.
El jubilado mallorquín se queja así por lo que considera una injusticia: que su sobrino fuese condenado a nueve años de prisión por abusos sexuales tras ser, según él, denunciado falsamente. Ahora lo que pide, después de que haya cumplido ya dos años y medio de privación de libertad, es que pueda obtener permisos.
El jubilado ha llevado a cabo su protesta alrededor de las 11.30 horas de esta mañana. Tal y como explicó el lunes a Ultima Hora, su intención era «cortar las calles». Y lo ha conseguido. Aunque su plan se ha ido al traste minutos después. Varios conductores que se han topado con la escena han avisado a la Policía Local de Palma, que han tenido que intervenir y han obligado a Rafael a abandonar su protesta.