Al menos 21 jóvenes han muerto en los últimos días tras participar en un ritual bianual de iniciación consistente en la realización de una circuncisión para marcar el paso de los niños a la edad adulta.
Según las informaciones facilitadas por el portal local de noticias Eyewitness News, hasta el momento han muerto 17 jóvenes en Cabo Oriental, mientras que otros dos lo han hecho en Cabo Occidental y la Provincia del Noroeste.
El Congreso de Líderes Tradicionales de Sudáfrica (Contralesa) ha achacado la situación al Gobierno por lo que describe como una falta de apoyo y recursos en los programas destinados a reducir el número de víctimas.
El portavoz del organismo, Xolile Ndevu, ha reclamado al presidente del país, Cyril Ramaphosa, que declare las muertes en la ceremonia de iniciación como «un desastre nacional», al tiempo que ha solicitado la apertura de investigaciones.
Por su parte, el portavoz de Cabo Oriental para Asuntos Tradicionales y de Gobernanza, Mamkeli Ngam, ha resaltado que son las familias las que deben actuar.
«No es responsabilidad del Gobierno garantizar que la gente se va a los arbustos (a participar a la ceremonia). Es un asunto familiar, un asunto de los padres y de las comunidades, trabajando junto a los líderes tradicionales», ha sostenido.
Estas ceremonias se han saldado con cientos de muertos en la última década a causa de las malas condiciones sanitarias en las que se realizan las circuncisiones, lo que deriva en hemorragias y en posteriores enfermedades y complicaciones de salud.