Los abogados del ‘caso Cursach', sobre todo algunos como el letrado de Bartomeu Sbert, han sido muy críticos con las reiteradas filtraciones en una investigación que estaba bajo secreto de sumario. Los afectados sostienen que no se trataba de revelaciones puntuales, sino que eran sistemáticas y buscaban crear una corriente de opinión en contra del investigado. Esta son algunas de las más de treinta filtraciones que provocaron quejas y que podrían ser revisadas en el nuevo giro que ha dado la investigación.
■ En un bar
Uno de los escritos de queja refiere que el juez Penalva y el fiscal Subirán «no se escondían de reunirse en la terraza de un bar situado a escasos metros del juzgado» con ciertos periodistas, «comentando sin pudor el resultado de las investigaciones».
■ Detenciones
Cuando los agentes de la Policía Judicial detuvieron a Bartolomé Cursach en su casa, el 28 de febrero de 2017, un fotógrafo captó el momento, lo que hizo que algunos defensores clamaran por la «flagrante filtración».
■ Prisión sin fianza
El fiscal Subirán pidió prisión provisional sin fianza para el magnate, y la decisión trascendió «cuando aún estaba pendiente de la decisión del magistrado Manuel Penalva».
■ Gogós drogadas
La publicación de que unos policías supuestamente drogaban a las gogós de Tito's «con todo lujo de detalle» en un caso bajo secreto de sumario, «tan sólo puede obedecer al trato de favor del magistrado».
■ Patrulla Verde
Otra supuesta filtración que indignó fue cuando uno de los jefes de la Patrulla Verde fue trasladado al cuartel de San Fernando, donde ya estaba avisado un fotógrafo. «El chivatazo sólo pudo salir de un sitio», denunciaron los abogados.
■ José María Rodríguez
El expolítico del PP estaba declarando en los juzgado y en ese momento se filtró que el fiscal pedía para él y varios testigos una orden de alejamiento de Cort.
■ Declaraciones de ‘El Ico'
Algunas declaraciones de ‘El Ico', el hijo de ‘La Paca' que fue testigo protegido en esta causa, aparecieron en los medios a pesar de que estaban secretas. Una de ellas, por ejemplo, cuando denunció que un portero de Cursach le amenazó en prisión.
■ Delito fiscal
Ha sido el detonante de la incautación de los móviles a periodistas. Un informe que sólo tenía el Grupo de Blanqueo y el nuevo juez del caso llegó a una agencia de noticias.
■ Álvaro Gijón
El político denunció reiteradamente que datos sobre su familia e informaciones suyas sin contrastar (de carácter sexual o escandalosas) eran facilitadas a los medios, lo que le suponía un perjuicio enorme.
■ Acusaciones de la madame
Durante un tiempo, antes de ser calificada por la policía como «mentirosa compulsiva», esta mujer fue la testigo estrella de Penalva y Subirán. Sus acusaciones, la mayoría de ellas fraudulentas, tenían un gran eco mediático, a pesar de que estaban bajo secreto sumarial.
■ Policía imputado
El 16 de junio de 2017 una agencia informa: «Un nuevo policía imputado en el caso Cursach». «Esa noticia revela nuevamente información amparada bajo secreto profesional», apunta un escrito de queja.
■ Sobornos a funcionarios
Los supuestos regalos de Cursach a personal de Cort provocaron otra indignación entre los defensores: «Los letrados personados en la causa no podíamos tener acceso a esas diligencias. La prensa, sí».
■ Citaciones
Álvaro Gijón denunció que llegó a enterarse de su citación ante el juez por la prensa y se lo echó en cara al magistrado: «A ver si la próxima vez me entero por el juzgado», ironizó.
Testigos en la tele
Un testigo protegido, del que sólo sabían de su existencia juez, fiscal y Grupo de Blanqueo, dio una entrevista en la televisión explicando que dos conocidos políticos habían cobrado un millón de euros.
■ Enfrentamiento
El clima entre abogados y el juez Penalva fue tan tenso que uno de ellos llegó a acusarlo directamente de estar detrás de las filtraciones masivas e interesadas. El magistrado le contestó: «Yo no he filtrado nada» y le replicó que podía ser alguien del entorno del letrado.