Chris Watts, el hombre que asesinó en agosto de este año a su mujer embarazada, Shanann Watts, y a sus hijas Celeste y Bella, ha sido condenado a cadena perpetua. El apodado como «monstruo de Denver» se declaró culpable el 6 de noviembre de asesinato por la muerte de su esposa y sus hijas. También se declaró culpable de un cargo de terminación ilegal de un embarazo y tres cargos de manipulación de un cuerpo humano fallecido.
El juez calificó el crimen como el más «inhumano y cruel» que había visto en su carrera por ello le condenó a cadena perpetua sin libertad condicional por cada uno de los asesinatos y a otra sentencia consecutiva de 48 años por el asesinato del niño no nacido. Además, recibió sentencias adicionales de 12 años por manipulación de pruebas.
La familia de Shanann acordó no pedir la pena de muerte a cambio de la declaración de culpabilidad de Watts. Tal y como informa ABC internacional, los cargos de asesinato en primer grado en Colorado requieren una sentencia mínima de por vida sin posibilidad de libertad condicional para adultos.