Rafael Pantoja, el detenido por el asesinato de Sacramento Roca, se dirigió este lunes a los policías nacionales que le custodiaban y les dijo que estaba muy arrepentido.
«No sé qué he hecho, se me ha ido la cabeza», fueron sus palabras, las únicas que ha pronunciado el asesino tras su detención, ya que se ha negado a declarar hasta en dos ocasiones: una ante la Policía Nacional y otra ante el juez.
El hombre que asestó once puñaladas a Sacramento Roca, de 36 años, en Conforama fue enviado por el juez de instrucción número 1 de Palma, Juan Manuel Sobrino, a prisión sin fianza. Está acusado de un delito de asesinato.
Cuatro personas grabaron con el móvil su salida y le increparon: «¡Asesino, no hace falta que te escondas!», «Hijo de la gran puta».
Traslado
El acusado del asesinato de Sacri, de 36 años, fue trasladado a los juzgados a primera hora de la tarde desde Son Espases. Estaba ingresado en el hospital desde el sábado por intentar autolesionarse en los calabozos de la Policía Nacional golpeándose la cabeza contra la pared.
A las seis menos seis minutos de la tarde fue conducido ante el juez. La comparecencia duró apenas cinco minutos ya que no quiso declarar ante el magistrado ni a la fiscal ni a las preguntas de la abogada de la familia de Sacri. Ni siquiera a las de su propia letrada.
Trabajo
Vigilantes de seguridad, algunos de ellos excompañeros de Rafael Pantoja, explicaron este lunes a este diario que actualmente estaba ejerciendo su actividad profesional en Defensa, en la antigua casa de reclutas.
«Rafael tenía asignado un destino fijo con acceso a arma de fuego. Todos los profesionales que nos dedicamos a la seguridad privada somos conscientes de que con una denuncia por acoso tienes muchas papeletas de que se produzca la retirada del permiso de armas y con ello el trabajo. Tenía obsesión con el culto al cuerpo, problemas económicos y nunca superó la separación de Sacri. No hay derecho, siento mucho lo que ha ocurrido, que se pudra en la cárcel», manifestó uno de los antiguos compañeros del presunto asesino.