La investigación del asesinato de Javier Ardines, concejal de Llanes ha dado un giro en los últimos días. Según publica La Nueva España, la Guardia Civil ha encontrado nuevos restos de ADN que señalan que el móvil del asesinato podría haber sido sentimental, y no politíco como se pensó en un primer momento.
Los investigadores han señalado que el asesino podría ser una persona fuera de Asturias pero que conocía muy bien la zona en la que mató al concejal. Uno de los datos con los que cuenta la policía es que para matar a Ardines bloqueó con una valla el camino que el fallecido hacía habitualmente para ir a faenar con su barco, el trabajo con el que se ganaba la vida y que era su única fuente de ingresos porque renunció a su sueldo como concejal.
Javier Ardines, de 52 años y padre de dos hijos, fue asesinado a escasos metros de su domicilio, en Belmonte de Pría, tras salir de casa hacia las seis de la mañana en su furgoneta para ir faenar en su barco, el trabajo con el que se ganaba la vida tras haber renunciado a percibir sueldo como concejal.
Cuando apenas había circulado unos 300 metros se vio sorprendido por la presencia de tres vallas de obra que la Guardia Civil cree que fueron colocadas en mitad del camino vecinal para tenderle una emboscada y obligarle a bajar del vehículo para retirarlas.
Dos horas más tarde, un vecino que paseaba con su perro encontró su cadáver tendido en mitad del camino rural y con varios golpes en la cabeza a escasos metros de su furgoneta, que aún permanecía con el motor encendido y la puerta del conductor abierta.