Ángel Cruz, el padre del niño Gabriel Cruz, ha asegurado este sábado a representantes de colectivos que ayudaron a buscarlo tras su desaparición que consiguieron que «el cuerpo de Gabriel se convirtiese en un gigante, al que ya no había forma de esconder, imposible de cambiar de sitio y de ocultar».
«Gracias a vosotros sabemos dónde está nuestro hijo, quién lo hizo y que lo va a pagar. Quiero decir que estamos un poquito mejor, hemos dado un pasito adelante y volver a nuestros trabajos y todo eso es gracias a vosotros», ha dicho Cruz en el reconocimiento a cerca de setenta colectivos y entidades, así como particulares que participaron en el dispositivo de búsqueda.
Ha sido en Campohernoso, en Níjar (Almería), dentro de los actos del patrón de la Policía Local de este municipio, cuando el progenitor del pequeño, cuya expareja presuntamente asesinó al niño, ha agradecido en su nombre y en el de la madre, Patricia Ramírez, las labores realizadas durante trece días en el entorno de la localidad nijareña de Las Hortichuelas Bajas.
«Estuve allí, buscabais a Gabriel como si fuese vuestro propio hijo. No había días libres o vacaciones, sólo el objetivo que se había convertido también en el más importante para vosotros de encontrarlo», ha manifestado, revelando que cuando le propusieron acudir a este acto dijo que sí porque era «importante» hacer este agradecimiento.
Ha sostenido que estas personas le dieron «mucha fuerza» a ambos al saber que había tanta gente «trabajando tanto y tan bien».
El padre de Gabriel ha disculpado la ausencia de Patricia, «que no se encuentra bien», pero ha leído una carta remitida por ella a todos los reconocidos. Una misiva adjunta en la parte posterior a una imagen de un «pececito» con la firma de ambos progenitores entregado a cada homenajeado junto a una pieza de cerámica de Níjar, esta última de parte del Ayuntamiento.
Tras realizar un agradecimiento especial a nueve agentes de la Policía Local, los Ayuntamientos de Almería y Níjar y la Diputación Provincial, Cruz ha leído la carta de la madre del niño, que alaba el «desinterés», «entrega» y los «valores que brillaron» en la provincia durante jornadas de rastreo sin fin pese a las lluvias continuas, que dieron un «notable ejemplo a la sociedad española».