Los empleados del centro de menores Es Pinaret, que han declarado este martes como testigos en el juicio por el caso del incendio que se saldó con la muerte de un interno, han explicado que todo ocurrió muy rápido y han convenido que no se produjo ninguna negligencia.
Según han informado fuentes judiciales, los educadores del centro han detallado que en el momento del suceso la puerta se atascó por el fuego y que tuvieron que sacar a la víctima por la ventana, las cuales, tal como han indicado, se revisaban dos veces al día.
Por su parte, un psicólogo que trataba a la víctima ha explicado que no se activó el protocolo de suicidio porque consideró que la situación del interno no lo merecía ya que este se activa cuando hay señales claras y no las había.
Cabe recordar que uno de los guardias civiles que declaró este lunes como testigo aseguró que, en la inspección ocular, detectaron una situación muy deficiente en las instalaciones.
Este lunes declararon dos guardia civiles que explicaron ante el juzgado que en el centro había una serie de deficiencias en diversos puntos de este centro, como el dormitorio donde se originó el incendio, el colchón, las puertas y otros elementos.
La causa se dirige contra la directora del centro y el responsable de mantenimiento por e investiga un posible delito de homicidio imprudente grave en la muerte en octubre de 2015 de un menor de 17 años que estaba interno en Es Pinaret. El joven, que tenía diagnosticado un trastorno depresivo, incendió al colchón de espuma de su habitación y el fuego se extendió rápidamente.
Según detalla el auto, el interno utilizó una caja de cerillas que no le había sido intervenida y no pudo hacer uso del timbre de alarma porque había sido «privado de tal elemento de seguridad por los investigados».
Además, el sistema de alarma y detección antiicendios no estaba activo porque no se habían subsanado deficiencias de las que había alertado reiteradamente la empresa de seguridad, según el juez.
Una educadora dio aviso a los vigilantes de seguridad, que intentaron en vano abrir la puerta utilizando los extintores del centro como ariete. Finalmente el menor murió por las quemaduras e intoxicación por humo.