Con algunos días de adelanto por un motivo justificado -condecoran en Madrid al actual director de la cárcel de Palma-, este viernes se celebró en la prisión de la carretera de Sóller la festividad de su patrona, la virgen de la Merced. El máximo responsable, Francisco José Baldonedo, destacó que se ha rebajado «de manera drástica» las agresiones a funcionarios.
Al acto acudieron la delegada del Gobierno, Rosario Sánchez; el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Antoni Terrassa; el fiscal superior, Bartomeu Barceló; el presidente de la Audiencia, Diego Gómez-Reino y el jefe superior de Policía, Antonio Jarabo, entre otros.
En su discurso, Baldonedo señaló que «hoy en día los centros penitenciarios son instituciones abiertas a la sociedad, sin oscurantismos, y muestra de ello es el gran número de asociaciones, ONGs, voluntarios y profesionales de la enseñanza que colaboran con nosotros».
La cárcel de Palma tiene ya a 15 mujeres en el módulo mixto en el que se desarrollan las tareas y la actividad laboral asignada, a fin de facilitar su reinserción y el alcaide opinó que «se trata de un programa innovador, imprescindible para la igualdad de oportunidades en el acceso a esta clasificación penitenciaria dentro de un proceso de reinserción». El director del Centro de Inserción Social (CIS), Antonio José Alcaide, argumentó que «los permisos no deben dar pie a alarma social injustificada», ya que los presos que gozan de estos beneficios penitenciarios han superados todos los filtros.
Por último, la delegada del Gobierno, Rosario Sánchez, destacó la labor de los funcionarios penitenciarios y el trabajo de los voluntarios de la Cruz Roja, el GREC, Proyecto Hombre o la Pastoral Penitenciaria. «Los cuarenta años transcurridos desde la aprobación de la Constitución han servido para renovar nuestras infraestructuras penitenciarias y este centro es prueba de ello», manifestó. La delegada se refirió también al módulo mixto y a las condiciones de vida de las mujeres reclusas: «No hay Justicia sin igualdad. En el caso del sistema penitenciario es flagrante que las mujeres internas padecen una discriminación específica, porque el sistema está concebido para acoger a una población mayoritariamente masculina» Finalizó citando a la feminista Concepción Arenal: «Abrid escuelas y se cerrarán cárceles».
Al finalizar el acto, se entregaron las medallas al Mérito Social Penitenciario a Xisca Pérez, voluntaria de Pastoral Penitenciaria en la Unidad de Madres, y a Antoni Darder, coordinador de la ONG «Escola de Sida». También a Javier Murillas, director médico del Hospital de Son Espases, por su colaboración, así como distinciones a cuatro funcionarios y funcionarias que cumplen 25 años de servicio.