Cárnicas Luis se defiende. La empresa, ubicada en Calvià, que este martes fue inspeccionada y en la que se halló gran cantidad de comida caducada y en mal estado, ha emitido un comunicado en el que aseguran sentirse «víctimas, debido a otros procedimientos que se están investigando de forma paralela en el sector de la alimentación».
Durante las actuaciones de la operación Pork, la Policía Nacional procedió a la inmovilización de más de 2.000 kilos de género e intervino medios como la máquina de vacío y etiquetadora en la empresa cárnica de Calvià, en la que se detuvieron a cuatro personas.
En el comunicado, sostienen que la empresa «no ha sido clausurada en ningún momento, cuando otras sí lo han sido, por tanto, es injusto y desproporcionado las informaciones y afirmaciones tan graves que afectan a nuestra reputación».
El administrador de la empresa explica en esta nota, firmada por él, que «la empresa durante el mes de diciembre fue sujeta a una inspección rutinaria» y que fueron capaces «de subsanar y corregir todas las desviaciones advertidas por la administración sanitaria», lo que no les impidió seguir con su actividad.
En este sentido, apuntan que han incrementado «de forma notable» cada uno de los controles de calidad.