Bingo. Cuando parecía que la segunda fase de la ‘operación Ludar' había finalizado con el espectacular asalto a Son Banya, la Guardia Civil descubrió este viernes 3,6 kilos de cocaína enterrados junto al poblado. Otro golpe más a un guetto agonizante.
Se trata de una finca que está ubicada a 150 metros de las chabolas, en uno de los laterales del poblado, y que está llena de estiércol y basura. «El lugar perfecto para esconder algo muy valioso», apuntaron los investigadores. Este viernes por la mañana, la Benemérita -que tiene todos los terrenos colindantes controlados- decidió revisar una zona sospechosa y detectó unos movimientos de tierra que no cuadraban. Entre las hierbas, a muy poca profundidad, aparecieron los paquetes con los casi cuatro kilos de cocaína.
De varios clanes
De las primera diligencias no se desprende que el alijo pertenezca a un solo clan gitano. De hecho, la Policía Judicial y el ECO (Equipo contra el Crimen Organizado) sospechan que esa droga estaba a disposición de varias familias que venden en Son Banya, y que recurrían a ese depósito cuando se les acaba la ‘coca' de dentro del poblado.
En este sentido, causó extrañeza entre los beneméritos las escasas cantidades que se hallaron el día del gran asalto. La explicación era que los kilos estaban fuera de Son Banya, por seguridad. Tampoco se descarta que en los descampados vecinos se encuentren más envoltorios con estupefacientes ocultos, aunque revisar todos esos terrenos supondría un esfuerzo ímprobo.
A disposición judicial
En otro orden de cosas, este viernes pasaron a disposición judicial los detenidos el miércoles. Siete de ellos llegaron en dos furgones policiales a los juzgados de Vía Alemania y otros once en el autobús de la Guardia Civil. Los agentes cortaron la acera de forma provisional, mientras los acusados bajaban uno a uno y entraban en la sede judicial. Una funcionaria tuvo que identificarse para poder pasar el cordón policial.
En la calle, numerosos gitanos esperaban a sus familiares y se vivieron momentos de gran tensión. ‘El Pollo', uno de los arrestados en Son Banya, que el miércoles clamó que no era «Paulo Escobar», se mostró este viernes en los juzgados igualmente indignado, y amenazó a gritos a algunos de los residentes en el poblado que esperaban en la acera: «Tus hijos, tu marido... Os vais a enterar!». Otra que anunció tiempos complicados en el poblado chabolista fue ‘La Tamara', que nada más apearse del bus, esposada y custodiada por un guardia civil, comenzó a chillar: «Que se preparen, ¡empieza la guerra!».
Durante todo este viernes se prolongaron las declaraciones de los sospechosos en el juzgado de guardia. Al cierre de esta edición, de los 21 acusados (la mayoría de los cuales se negó a declarar) doce de ellos ingresaron en prisión.