Solo quería intimidar. Pau Rigo, el jubilado que mató de un disparo al ladrón que entró a robar en su chalé de Porreres, explicó a la juez que su intención era asustar a los dos atracadores con la escopeta. La titular del juzgado de Instrucción 1 de Manacor, Ana Salmerón, tomó declaración al anciano este pasado lunes por la mañana. La magistrada, que decretó su libertad provisional con cargos, le imputa un delito de homicidio.
Pau Rigo, de 77 años, acudió al juzgado acompañado de su mujer, Apol·lònia Mestre, y de su abogado, Fernando Mateas, alrededor de las once de la mañana. Algunos medios de comunicación esperaban su llegada. El matrimonio fue examinado por un médico forense antes de dar explicaciones a la juez. La mujer no declaró y será citada otro día para testificar. Ni Pau Rigo ni Apol·lònia Mestre atendieron a los medios a la entrada y a la salida del juzgado.
El asalto ocurrió el 24 de febrero, sobre las nueve de la mañana, en una casa del Camí de s'Olivar de Porreres. El investigado disparó a quemarropa en el abdomen a uno de los dos sospechosos que había entrado a robar en la vivienda. Mauricio Escobar, de 25 años y nacionalidad colombiana, falleció horas después en Son Espases. Rigo relató que los gemelos Mauricio y Freddy Escobar golpearon a su mujer y a él desde que accedieron al interior del chalé. Hubo un momento, según su declaración, en que se despistaron. El jubilado aprovechó para coger una escopeta de caza con dos cañones superpuestos. Se colocó en una puerta empuñando el arma. Su intención, insistió, era asustarlos, pero disparó cuando vio que Mauricio se abalanzaba sobre él. Pau Rigo comentó que Freddy le golpeó con una pata de cabra al ver a su hermano herido.
El ladrón se llevó unos 12.000 euros y dejó a Mauricio en el jardín. Freddy escapó en un coche junto a otros dos implicados en el asalto, Pep Merda y Marcos Rotger. Los tres fueron detenidos y están en prisión provisional por robo con violencia en casa habitada. A Freddy le imputan, además, un delito de lesiones.
Las versiones de los hechos han cambiado... antes era que el jubilado cogió el arma y bajó hasta el sótano, donde estaban los delincuentes vaciando la caja y disparó, la versión actual dice que disparó cuando el delincuente se abalanzó sobre él en la puerta... por muchas simpatías que este caso suscite, si no hubo ataque y proporcionalidad en la defensa del mismo, no habrá justificación. La inmigración ilegal tiene que acabar ¿de qué viven hasta que esperan esos 3 años para conseguir la nacionalidad o permisos de trabajo? Ya estamos otra vez con el cinismo legislativo que pasa la pelota a los ciudadanos que son los que pagan al final.