La Guardia Civil y los bomberos han detectado numerosos focos en el incendio que arrasó el jueves por la noche una antigua carpintería de Capdepera y han concluido que el origen del fuego fue claramente intencionado. Ahora se está investigando si unos okupas que pernoctaban en el interior tienen relación con el siniestro.
En las instalaciones, que fueron propiedad de un mallorquín que después la vendió a un alemán, y que en la actualidad estaban cerradas, pernoctaban dos okupas y varios indigentes. La investigación se centra en determinar si fue una de estas personas la que prendió fuego el jueves, a las 20.30 horas, a la antigua carpintería Sancho.
Llamaradas
El fuego se extendió con gran celeridad porque había numerosos focos y, sobre todo, porque en el interior se almacenaba material inflamable, además de basura, colchones, mobiliario y plásticos. En un primer momento se temió que hubiera algún intruso atrapado, pero con las primeras luces del día se descartó esta posibilidad.
El fuego no pudo ser controlado hasta la una y media de la madrugada, y en las tareas de extinción participaron cuatro parques de bomberos: Artà, Manacor, Felanitx y Alcúdia. A las cinco de la madrugada, las llamas se dieron por extinguidas. Sin embargo, durante toda la noche permanecieron en la Avenida Joan Carles I retenes de guardia, por si había un rebrote y el incendio volvía a activarse. La Policía Local de Capdepera y la Guardia Civil participaron en el despliegue de los equipos de emergencia, junto a los bomberos.
Sin entrar
Las tareas de extinción, con todo, tuvieron que realizarse arrojando agua a distancia, ya que los funcionarios no podían entrar en la nave porque había peligro de que se desprendiera parte del tejado o la fachada. Los vecinos de la carpintería confirmaron ayer por la mañana que era habitual ver a okupas entrando y saliendo del establecimiento, que estaba cerrado al público.