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Caso Cursach

Los diez errores del juez del ‘caso Cursach'

Los ‘whatsapps’ que publicó Última Hora el 24 de noviembre han supuesto que el juez Penalva sea apartado del ‘caso Cursach’. | Efe

| Palma |

La que para muchos es la instrucción judicial más caótica de los últimos tiempos en Mallorca, ha registrado esta semana otro terremoto. Pero no uno cualquiera, sino uno que lo cambia todo: la Audiencia aparta definitivamente al juez Penalva del ‘Caso Cursach'. Este diario desgrana los diez principales errores del magistrado más controvertido.

1- Los testigos cuestionables o directamente mentirosos
El caso de la madame es el más ilustrativo, aunque no el único. En verano pasado, el juez y el fiscal encontraron en la testigo protegida número 31 a la fuente perfecta. Acusaba a diestro y siniestro, casi siempre sin pruebas, y era un desastre identificando a los policías que supuestamente conocía, pero aún así lo que decía se convertía casi en «palabra de ley». Hasta que este diario reveló que la madame mentía de forma sistemática y compulsiva. Luego, pasó a ser una apestada.

2- Eternizar el secreto de sumario
Dicen que el secreto de sumario del ‘caso Cursach' es uno de los más largos en la historia judicial española. Estadísticas al margen, es cierto que prolongar el secreto sólo ha provocado indefensión a la partes y que las piezas y subpiezas se fueran complicando, hasta eternizar las diligencias. Además, las filtraciones han sido continuas. Y todos los abogados apuntan en una dirección.

3- Enredarse en piezas menores
Otro de los grandes errores que ha lastrado la investigación. La jueza Carmen González sistematizó el caso, pero tras su marcha, la instrucción degeneró de tal manera que se disparó el número de imputados, detenidos, encarcelados o investigados. Hubo un momento, recuerdan los abogados defensores, en que en el cuartel de San Fernando se hablaba de un centenar de policías locales en el punto de mira. De una plantilla de 800.

4- Abuso de la prisión preventiva
Hasta 34 sospechosos han sido encarcelados por sus supuestas actividades corruptas. Una cifra inédita comparada con otros casos de corrupción. La mayor parte han sido policías locales de Palma (25 en total), que llegaron a ser tantos en la prisión de la carretera de Sóller que crearon un problema de logística para el alcaide de entonces. Los agentes no podían estar con presos comunes y algunos fueron dispersados.

5- En brazos del fiscal y el grupo de Blanqueo
«Quién ha llevado al acantilado a Penalva ha sido Subirán», repiten las partes de la causa. El juez nunca se negó a nada que le planteara el polémico fiscal, que son sus formas creó graves conflictos no solo con los abogados defensores, sino también con la Policía Nacional (que llegó a enviar un informe contra él a Madrid) y con la Guardia Civil. El papel de algunos policías de Blanqueo de Capitales ha sido también muy cuestionado.

6- Excesiva implicación con algunos testigos
Esa ha sido la causa oficial de la caída de Penalva. Con la testigo 31 se ha permitido cruzar whatsapps escandalosos, como el que se refiere a los implicados de la siguiente forma: «Ésa es mi María José. Valiente. Vamos a acabar con esos hijos de puta. No saben con quién se meten». Cuando publicamos en este diario estos mensajes, el estupor de otros magistrados fue absoluto. Nunca se había visto nada igual.

7- No intentó nunca rebajar la tensión del caso
El centenar de acusados y las decenas de abogados personados en la causa echan en cara al exjuez instructor que nunca tuviera intención real de rebajar la tensión. Con gestos o con hechos. Y que obvió muchas veces la presunción de inocencia: «Sus autos parecían el escrito de acusación del ministerio público en lugar de los de un juez imparcial», sostienen algunas partes de la causa. Los letrados esperan que ahora con el juez Florit al mando, comience el deshielo.

8- Denegación sistemática de pruebas
Ha sido una de las acusaciones más repetidas contra el controvertido juez. Penalva rechazó de forma sistemática cualquier prueba que presentaban los letrados para intentar desmontar las versiones de los testigos protegidos. A modo de ejemplo, rechazó pruebas de análisis de drogas en cabello a acusados de consumir sustancias estupefacientes de forma compulsiva, entre ellos policías que estaban en prisión (y no podían acudir a un laboratorio privado para hacérselas) o a conocidos políticos a los que la madame implicaba en orgías y bacanales. En otra ocasión, el abogado Eduardo Valdivia solicitó que la madame les condujera a la finca sa Bassa para demostrar que la conocía. No se permitió.

9- No agilizar juicios: hasta ahora sólo cuatro
Con los cientos miles de folios escritos y las decenas de tomos que se acumulan en la sede judicial sobre el ‘caso Cursach', hasta la fecha sólo se han celebrado cuatro juicios relacionados con la causa. El primero fue el de Pedro Rosselló Cursach, sobrino del magnate, que fue condenado a quince meses de prisión por presionar a la madame, que le tenía alquilado un piso de su propiedad. Recientemente también fue juzgado y condenado el rumano Florian Puscasiu, acusado del mismo delito: amenazar a testigos claves del caso. El inmigrante siempre ha mantenido su inocencia.

10- Identificaciones de acusados cuestionables
Fue especialmente sonada la declaración en vídeo de la testigo número 31, la famosa madame, en la que Penalva permitió que la identificación de policías en la que junto a su fotografía se hallaba su nombre. Aún así, la testigo tuvo serios problemas para identificar a agentes y mandos con los que según ella había compartido veladas y encuentros. El caso del exintendente Antoni Vera, ex jefe de la Policía Local de Palma, fue especialmente significativo: la madame lo acusaba y presuntamente lo conocía, pero no recordaba si era alto o normal. Y eso que Vera mide casi 1.90.

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