Los compañeros de piso del acusado de agredir a un testigo protegido del caso Cursach han asegurado la mañana de este miércoles ante la juez que su compañero se quedó en casa la noche de los hechos.
Los compañeros del piso, todos ellos de nacionalidad rumana, han declarado que durante el juicio por la paliza al testigo en el garaje de su casa. Han afirmado que la noche de los hechos el acusado estuvo viendo la televisión, que no oyeron la puerta y que seguía en la casa cuando se fueron a dormir pasada la medianoche.
Una de las personas que ha declarado es la hermana del acusado, quien interpuso una querella contra el juez que instruye la causa matriz, Manuel Penalva, y el fiscal Anticorrupción, Miguel Ángel Subirán. Lo hizo asistida por los letrados Vicente 'Coco' Campaner y José Ignacio Herrero, quien defiende también al acusado.
El piso está a nombre de la hermana del acusado, si bien ha manifestado que se fue a vivir con su padre en otra casa por tener «problemas» con el testigo protegido. La mujer sostiene que el testigo la persigue por su relación con otro hombre y que «sus denuncias son falsas».
La fiscalía no cree la versión de los compañeros de piso
La acusación pública no cree la versión de los compañeros de piso y ha defendido que existen contradicciones, por ejemplo sobre el día en que los compañeros de piso se enteraron de la detención del acusado o en qué habitación de la casa dormía éste.
En este sentido, en la sesión de este miércoles ha declarado una inspectora en prácticas que participó en una diligencia para averiguar quién vivía en el piso. La Policía no creía que los testigos propuestos realmente residieran en la vivienda, porque que la localización de sus teléfonos los sitúa fuera del domicilio en la noche de los hechos y la mañana siguiente; y porque no figuran como empadronadas las cinco personas que dicen los testigos que viven allí.
Por ello, la Policía decidió enviar a esta inspectora en prácticas para que visitara la casa haciéndose pasar por agente judicial porque los miembros del Grupo de Blanqueo eran demasiado conocidos.
La inspectora ha contado que se personó en la vivienda con el pretexto de entregar una falsa citación judicial dirigida a un nombre ficticio. De este modo, pudo preguntar quién vivía allí a la persona que le abrió la puerta, que le dijo que sólo vivían él, su hermano y su hermana.
Juicio por una paliza al testigo protegido
El testigo es un ex trabajador de Tito's que declaró por el presunto tráfico de drogas y las fiestas para policías en la discoteca. En junio del año pasado denunció haber sido agredido una noche en el garaje de su casa por dos individuos que le arrastraron por el suelo y le dieron patadas mientras le insultaban y amenazaban con matarlo.
Por estos hechos la Fiscalía solicita cuatro años y medio de cárcel para el acusado (tres por el delito de obstrucción a la justicia y uno y medio por el de lesiones), multa de 14.400 euros y una indemnización de 6.000 euros para la víctima por las lesiones.