La abogada acusada por el testigo protegido agredido de haberle ofrecido dinero para que se retractara de sus declaraciones ha negado este miércoles estas acusaciones y ha calificado al testigo de «mentiroso compulsivo».
Así se ha expresado durante el juicio por una agresión al testigo que tuvo lugar en el garaje de éste en verano de 2017. Por estos hechos está acusado un ciudadano rumano para el que la Fiscalía solicita cuatro años y medio de cárcel (tres por el delito de obstrucción a la justicia y uno y medio por el de lesiones), multa de 14.400 euros y una indemnización de 6.000 euros para la víctima por las lesiones.
La abogada ha rechazado haber ofrecido dinero al testigo para que se retractara y se marchara de Mallorca o haber actuado de cualquier forma para intentar cambiar su testimonio.
De hecho, ha denunciado que el testigo le llama insistentemente al despacho, algo de lo que se quejó al fiscal Miguel Ángel Subirán, quien le manifestó «que no le hiciera caso» porque está «desquiciado», según ha contado la letrada. Por estos hechos, ha añadido, está planteándose presentar una queja ante el Colegio de Abogados.
«Si es capaz de decir esto de mí, es capaz de decirlo de cualquier persona», ha protestado la letrada, que ha recalcado que con estas afirmaciones el testigo le está imputando un delito.
Esta abogada ejerció la defensa de otro ciudadano rumano que actualmente se encuentra en prisión preventiva por presuntas amenazas al testigo. Según ha contado, le había asistido para defenderlo en denuncias interpuestas por el testigo contra él y su novia y se en el despacho se sorprendieron cuando supieron que había sido detenido por el 'caso Cursach'.
En el marco de la macrocausa 'Cursach', la letrada ha sostenido que su cliente declaró «amenazado por el testigo protegido 29, que le dijo que si no declaraba lo que le decía volvería a la cárcel porque tenía mucha influencia» ante el juez, el fiscal y la policía. Más tarde, su representado «se dio cuenta de que había hecho una barbaridad inculpando a gente inocente» y cambió su versión.
Seguidamente ha declarado el mencionado ciudadano rumano en prisión, que fue compañero de piso del testigo 29 durante un tiempo. El preso ha mantenido que el testigo «comenzó a atacar» al acusado en este juicio a raíz de su relación con la hermana de éste, y ha tildado al denunciante de «mentiroso» y «paranoico». Ha insistido en que sus denuncias son «falsas».
Después han comparecido otros testigos propuestos por la defensa, algunos de ellos empleados de un bar al que eran asiduos el hombre en prisión y el testigo protegido, que han descrito una supuesta campaña de acoso por parte del denunciante hacia el preso después de que dejaran de compartir piso.
El testigo protegido es un ex trabajador de Tito's que declaró por el presunto tráfico de drogas y las fiestas para policías en la discoteca. En junio del año pasado denunció haber sido agredido una noche en el garaje de su casa por dos individuos que le arrastraron por el suelo y le dieron patadas mientras le insultaban y amenazaban con matarlo.
Críticas del abogado 'Coco' Campaner
En un momento de los interrogatorios el abogado Vicente 'Coco' Campaner, que asiste como público al juicio, se ha levantado y abandonado la sala expresando críticas en voz alta. A estas protestas se ha unido la abogada que había comparecido momentos antes como testigo, por lo que la juez Juana Ana Arbona ha llamado al orden.
Este lunes Campaner también protagonizó un momento de tensión con el fiscal Anticorrupción Miguel Ángel Subirán que también terminó con la intervención de la juez.
Cabe recordar que Campaner, junto al letrado que defiende al acusado en la pieza juzgada estos días, José Ignacio Herrero, ha interpuesto varias querellas contra el fiscal Subirán y el titular del Juzgado de Instrucción número 12, Manuel Penalva, en representación de la hermana de un investigado, por cuestiones relacionadas con la instrucción de la causa matriz. Campaner, asimismo, ha convocado varias manifestaciones --la próxima, este domingo-- reclamando la inhabilitación del juez y el fiscal.