Los técnicos de Medi Ambient que investigan el origen del incendio de Pollença, que devastó casi 80 hectáreas, han confirmado que la rotura de un cable de media tensión fue el origen del siniestro, el más grave del año pasado en Balears.
Desde el primer momento se apuntaba a esta posibilidad, tanto desde la conselleria como desde el Seprona (Servicio de Protección de la Naturaleza) de la Guardia Civil. El fuego se declaró en la noche del 27 de diciembre y en pocos minutos se extendió peligrosamente, debido a las fuertes rachas de viento que soplaban. Los equipos de emergencia montaron un gran dispositivo de emergencia y evacuaron a numerosos vecinos, que horas después pudieron regresar a sus domicilios.
Este lunes, Medi Ambient confirmó que la rotura del cable provocó unas chispas que fueron el origen del siniestro en el Coll de Síller.