La tormenta tropical Tembin salió este domingo de Filipinas reforzada hasta la categoría de tifón y tras dejar detrás de sí alrededor de unos 200 muertos y decenas de desaparecidos en la isla de Mindanao, en el sur del país asiático.
El servicio meteorológico PAGASA indicó que la tormenta se adentraba en el Mar de China Meridional y se encontraba ya fuera de la zona de influencia filipina, en un último boletín en el que dio por terminada la alerta por tifón en el país.
Según PAGASA, Tembin dejó atrás el archipiélago tras pasar por el sur de la isla de Palawan, donde llegó con vientos sostenidos de 120 kilómetros por hora y ráfagas de 145, y mantendrá a lo largo del día el riesgo de lluvias de intensidad entre moderada y fuerte.
La tormenta, llamada Vinta en Filipinas, llegó a Palawan tras pasar el viernes por la isla de Mindanao, la segunda mayor del archipiélago, donde se declaró el estado de calamidad en varias provincias.
Imágenes de la televisión local mostraron casas destruidas o anegadas y a vecinos evacuando sus hogares agarrados a cuerdas para cruzar la fuerte corriente de agua marrón que inunda numerosas zonas urbanas de la región.
Las provincias de Lanao del Norte y Zamboanga del Norte, al noroeste de Mindanao, son las más afectadas por el vendaval, que también ha causado víctimas en las de Lanao del Sur y Bukidnon.
La portavoz de la agencia de prevención de desastres, Mina Marasigan, confirmó a la radio DZMM la muerte de 123 personas y situó en 160 el número de desaparecidos.
El relato de las autoridades locales a los medios filipinos elevaría a 200 un balance de muertos que se espera que aumente a medida que los equipos de emergencia alcancen zonas aisladas por la crecida de las aguas.
La Policía filipina indicó que unas 40.000 personas tuvieron que refugiarse en centros de evacuación, mientras que la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR) elevó a 70.000 el número de desplazados por la tormenta.
«La gente lo dejó todo atrás al tener que salir corriendo para salvar sus vidas», dijo en un comunicado el jefe de operaciones de FICR en Filipinas, Patrick Elliott.
La organización comenzó a dar comida, agua y atención sanitaria a los evacuados pero alertó que la lluvia que sigue cayendo amenaza con dificultar durante los próximos días la distribución de ayuda a las zonas de difícil acceso.
Mientras, en Palawan el jefe de defensa civil, Zaldy Ablana, dijo por la mañana a DZMM que no tenía constancia de ningún muerto a causa del tifón en esta isla aunque varias informaciones apuntaban a que habría algunas personas desaparecidas.
Tembin afectó Filipinas dos días después de que otra tormenta tropical, Kai-Tak, dejara unos 41 muertos y otros 45 desaparecidos en la región central del archipiélago.
«Es muy desafortunado que otro ciclón tropical hiciera notar su presencia tan cerca de la Navidad», dijo el portavoz de la presidencia del país, Harry Roque.
Entre 15 y 20 tifones visitan todos los años Filipinas durante la temporada lluviosa que, por lo general, empieza en mayo o junio y concluye en noviembre o diciembre.
El tifón Haiyan, uno de los más poderosos en el registro de Filipinas, golpeó el país en noviembre de 2013 con rachas de viento de hasta 315 kilómetros por hora y dejó 6.300 muertos, más de mil desaparecidos y 14 millones de damnificados.
El tifón Tembin avanza en dirección al sur Vietnam donde se espera que toque tierra a partir del día de Navidad.
Las autoridades vietnamitas prevén que el tifón afecte la ciudad Ho Chi Minh (antigua Saigon) y el Delta del Mekong con vientos de 135 kilómetros por hora y olas de tres metros en el litoral, y han preparado la evacuación de al menos unas 40.000 personas.
Este será el decimosexto tifón que afecta este año Vietnam, donde en noviembre la tormenta Damrey causó más de un centenar de muertos en la región central del país.