«Quiero hacer constar que en estos momentos no puedo negar que tengo un sentimiento de culpabilidad sobre el suceso de que fui víctima al no haber obrado profesionalmente». Se trata de un extracto de la declaración del policía que denunció haber sido encañonado el pasado 4 de abril por parte de dos motoristas.
El agente, uno de los responsables de la investigación de la corrupción policial, afirma que a fecha de hoy es consciente y comprende que la acción llevada a cabo por las dos personas que iban en la moto tenía un carácter intimidatorio, y que hubiesen tenido tiempo de disparar sin necesidad de colocarse junto al vehículo, y que si no lo hicieron fue con el fin de ser vistos y asustar o demostrar la vulnerabilidad del declarante.
El policía Biel Rosselló también sostiene que en el momento que se produjo y vio el arma, tuvo el convencimiento de que lo iban a matar. Hasta el extremo que la situación, a día de hoy, le ha provocado un bloqueo por el cual no puede recordar nada.
En su declaración judicial, el policía carga duramente contra sus compañeros. «Han sido innumerables las situaciones que he tenido que vivir de crítica y marginación por parte de algunos funcionarios de la Policía Local de Palma, así como de mandos y algunos políticos», añade Biel Rosselló.
El agente también denuncia pintadas en su coche, cartas amenazantes y llamadas a altas horas de la noche en su domicilio. De hecho, apunta que, en noviembre de 2015, le dejaron una nota enganchada en la puerta de su coche que decía: «Cuidado con pasarte de listo. Puedes tener un accidente o terminar detenido por algo. Le puede pasar a cualquiera. Puto enano».