Con un día de retraso con respecto a sus compañeros de Palma, pero el día que tocaba, la Guardia Civil celebró este jueves en la Part Forana la festividad de la virgen del Pilar, su día grande. Los actos sirvieron para poner de manifiesto que la Benemérita cuenta con un amplio apoyo ciudadano en los pueblos donde está presente. La cuestión catalana, como no podía ser de otra manera, estuvo muy presente durante la jornada.
En Inca, por ejemplo, se celebró un acto solemne en la parroquia de Santo Domingo, presidido por el alcalde Virgilio Moreno, que siempre ha tenido una relación cordial con el instituto armado. Numeroso público acudió a la fiesta y fueron condecorados el sargento primero Miguel Ángel Marín Orfila, el brigada Martínez del Alba, el brigada Muñoz Varas y el guardia Julio Chimenea.
Los condecorados en Manacor fueron el sargento Godoy, que recibió la medalla de manos de su padre, el teniente coronel Godoy; el sargento Barranco (de la Pafite de Porto Cristo); el guardia del destacamento de Tráfico Francisco Ruiz y el histórico guardia civil de la Policía Judicial Juan Galán, que recibió la distinción de manos del presidente de la Asociación Cultural s'Agrícola.
En Felanitx, el alcalde Joan Ximena (Bloc) excusó su ausencia en la fiesta de la Guardia Civil, que sí contó con la asistencia de la senadora y consellera del Consell Catalina Soler. Uno de los momentos más emotivos en Calvià fue cuando el sargento Marcos López recibió una distinción y se la impuso su padre, guardia civil ya jubilado. El capitán Álvarez, el sargento Nájera y los guardias Óscar Fernández y Diego López fueron otros de los distinguidos, así como el policía local de Calvià Juan Antonio Sastre.
En Artà, el general Tòfol Santandreu acompañó a la Benemérita en su día grande. En Marratxí, los agentes agradecieron el gesto del coronel Barceló que el miércoles recordó el atropello intencionado del cabo del Pont d'Inca, que ya está recuperado.