Un año después de su trágico atropello por parte de una conductora que iba bebida, la familia y los amigos del policía local de Palma Biel Llull le rindieron ayer un emotivo homenaje en el cementerio de Sineu. ‘Bovet', como era conocido el agente, era muy querido tanto en Sineu, su pueblo natal, como en el cuartel de San Fernando, donde trabajaba. A las ocho y media de la mañana, algunos ciclistas se congregaron en el polígono de Son Castelló para salir en comitiva desde Palma y llegar al cementerio de Sineu, donde estaba previsto el homenaje. Desde otros pueblos de la Isla también salieron grupos de ciclistas para participar en el emotivo acto. La lluvia hizo su aparición en algunos momentos, pero finalmente no fue necesario suspender el programa previsto.
Ya en el cementerio, un centenar de personas recordó que el pasado día 15 se cumplió un año del trágico atropello de Biel Llull, que paseaba con su hijo en bici por Sineu y fue arrollado por una conductora francesa que iba bebida. Sus compañeros de equipo colocaron una corona de flores en su tumba y después le entregaron un maillot a su hijo.