La Policía Nacional ha desarticulado en Ibiza una banda internacional que importaba y adulteraba cocaína tras detener a sus ocho integrantes, incluido un expolicía de Colombia, ha indicado la Jefatura Superior de Baleares.
La investigación sobre esta banda que introducía cantidades de cocaína en Ibiza y en Mallorca arrancó hace un año, aunque no fue hasta finales de la semana cuando la 'Operación Pecas' impulsó seis registros domiciliarios en el municipio de Santa Eulària, con la participación de una treintena de agentes.
La operación ha arrojado ocho detenidos, cinco de origen colombiano, y tres españoles, incluidos uno de origen marroquí y otro nacido en Colombia.
En los registros se han incautado de más de dos kilos de cocaína, 70 gramos de MDMA, más de 5.000 euros, 41 teléfonos móviles y parafernalia para la manipulación de la droga.
Entre estos registros, la policía Nacional ha destacado el realizado en un piso de la urbanización Siesta de Santa Eulària, donde había un laboratorio de adulteración de la cocaína.
En este piso, el grupo manipulaba la cocaína con elevado porcentaje de pureza y aumentaba su volumen mezclándola con productos de menor coste y textura similar.
Tras adulterar la droga, con el fin de disminuir su pureza y aumentar el beneficio económico, la prensaban y envasaban al vacío, e incluso le ponían un sello de supuesta autenticidad con forma de águila, para simular que no había sido manipulada.
La investigación comenzó por el seguimiento a quien se sospechaba que era líder de la banda, un hombre de 37 años, nacido en Colombia.
Las pesquisas permitieron identificar al resto del grupo criminal y el rol que desempeñaba cada uno de ellos, entre los que figuraba también un expolicía colombiano de 34 años, considera la «mano derecha» del líder.
La banda tenía medidas de seguridad, y entre estas se comunicaba por medio de los 41 teléfonos móviles que fueron incautados para así confundir a la policía y dificultar su vigilancia.
Precisamente, el líder la banda había regentado años atrás un locutorio en la ciudad de Ibiza, lo que le permitiría conocer bien la operativa para obtener terminales y tarjetas telefónicas sin dejar rastro.
Los ocho detenidos, de los cuales dos están en situación irregular en España, han pasado a disposición judicial.