El hombre de 30 años juzgado desde este martes por amenazar a un testigo del caso Cursach ha negado estas acusaciones, por las que se enfrenta a petición de prisión de 3 años: «Es totalmente falso».
El procesado, en prisión provisional desde el pasado junio por incumplir la orden de alejamiento del testigo, ha asegurado que los bares y restaurantes de Magaluf en cuya propiedad participa no tienen relación con los negocios de Cursach ni ha trabajado para él. «Nunca», ha aseverado tajante.
El empresario juzgado en Palma, en la tercera vista oral por obstrucción a la justicia en el Caso Cursach, ha insistido en que las acusaciones en su contra son una invención del testigo y ha argumentado que si incumplió la orden de alejamiento fue para recoger a su novia del piso de su propiedad que antes compartía porque ella tenía miedo tras ser amenazada por el acusador.
«Desde 2015 no tengo ninguna relación contra él, ni para bien ni para mal», ha declarado el acusado respecto al testigo que le incrimina, a quien, ha reconocido, escupió en 2015 por mofarse de su tío y socio después de que éste sufriera un derrame cerebral por una paliza.