Los vendedores ambulantes tenían tres bases de operaciones en Palma: dos domicilios en la calle Jacinto Verdaguer y otro en Bartolomé Calafell. Allí almacenaban todo el material falsificado: miles de copias de CD musicales, películas en DVD, relojes, cinturones y ropa de primeras marcas. La Policía Nacional incautó el material falsificado a principios del año 2007.
Los 15 acusados, que formaban parte de dos redes distintas, fueron condenados en abril de 2016. La Audiencia Provincial ha ratificado ahora la sentencia de la magistrada del Juzgado de lo Penal 4 de Palma.
Los procesados deberán cumplir penas que suman nueve años y medio de prisión por delitos contra la propiedad industrial e intelectual. También afrontarán multas que ascienden a los 17.730 euros. La magistrada apreció la circunstancia atenuante de dilaciones indebidas como muy cualificada. Transcurrieron nueve años y tres meses desde que tuvieron lugar los registros y la detención de los acusados hasta que fueron juzgados.
Las dos bandas de vendedores, de origen africano, se dedicaron a la venta ambulante en la Platja de Palma desde finales del año 2006 hasta principios de 2007.