El médico y el anestesista que realizaron la liposucción en la que murió una mujer marroquí declararán este jueves ante el juez en calidad de investigados. El juez les tomará declaración para esclarecer si Fátima Cher- kaoui, de 45 años, falleció a causa de una negligencia médica o si, por el contrario, fueron las complicaciones propias de este tipo de intervenciones lo que causaron su muerte.
Fuentes próximas a la familia de la fallecida apuntan que tienen previsto solicitar al magistrado que se practique una segunda autopsia. «Hay cosas que no cuadran. Queremos llegar hasta el final de todo y que se haga justicia. Hemos detectado algunas incongruencias y cosas que no cuadran. Además, también queremos solicitar permiso para repatriar el cuerpo de mi madre», apunta Kamal, hijo de la fallecida.
Fátima Cherkaoui, de 45 años falleció a principio del mes de marzo en el hospital de Son Espases tras hacerse una liposucción en una clínica privada de Palma. Durante la operación surgió una complicación y la mujer entró en parada cardiorrespiratoria, que no pudo remontar. La mujer, que llevaba algo más de 15 años viviendo en Mallorca, acudió a la clínica privada para someterse a una liposucción dorsal y durante la intervención se encontró mal. Su estado empeoró súbitamente, entrando en parada, por lo que los facultativos solicitaron la presencia urgente de una ambulancia para evacuarla hasta el hospital universitario de Son Espases. Fátima ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos y no se recuperó. El hospital comunicó al juzgado de guardia el fallecimiento.
«Todo empezó el pasado 6 de marzo. Mi madre estaba muy contenta porque era una operación que esperaba desde hacía mucho tiempo -recuerda el hijo-. La primera parada le dio a las cuatro de la tarde, pero no la evacuaron hasta las seis. No fue hasta que las cosas se complicaron mucho que se la llevaron a Son Espases».