La Audiencia Provincial de Palma ha denegado el recurso interpuesto por la defensa del empresario Bartolomé Cursach que pedía levantar el secreto de sumario y su puesta en libertad, al considerar que «existe riesgo de fuga» derivado de «las elevados penas» a las que podría hacer frente.
En el auto, la Sección Primera responde a la defensa de Cursach, en prisión preventiva desde el 3 de marzo, en el marco de la investigación de una presunta trama policial para beneficiar sus negocios, tras una vista celebrada el pasado 13 de junio.
El tribunal acuerda desestimar el recurso de apelación interpuesto por Cursach al auto del 5 de mayo del Juzgado de Instrucción número 12 de Palma, que acuerda prorrogar el secreto de sumario.
En la vista celebrada el pasado martes, la Fiscalía se opuso a las peticiones de la defensa de Cursach que pedía el levantamiento del secreto que pesa sobre esta investigación -que deriva de una causa que empezó a instruirse en 2013-, alegando indefensión, y en caso de que no le fuera concedida, solicitaba de manera subsidiaria que el empresario quedara en libertad.
No obstante, el auto de resolución de la vista, del 15 de junio, señala, que «debe dotarse al procedimiento del impulso procesal adecuado con la finalidad de que la medida adoptada pueda ser levantada a la mayor brevedad posible, en atención al lapso temporal transcurrido desde su adopción».
En cuanto a la denegación a la petición subsidiaria de libertad, los magistrados razonan que fruto de la investigación «existen indicios racionales de criminalidad frente al recurrente como autor de varios delitos, sancionados con penas superior a dos años de prisión, y concurren los fines legítimos que justifican la medida».
Para el tribunal «no es irrazonable la inferencia plasmada en el auto recurrido al considerar que existe riesgo de fuga derivado de las elevadas penas que en su día podrían corresponder de llegar a acreditarse los hechos».
Ello se une «a la existencia de medios económicos del investigado, y a la constancia de viajes al extranjeros en momentos anteriores a su detención», añade.
Todo, sumado «a la constatación de varios actos de intimidación a testigos cuya comisión se atribuye a otros investigados, empleados del Grupo Cursach, apuntan de forma razonable a la necesidad de conjurar el riesgo de alteración de pruebas, evitando la contaminación de quienes deben declarar ante el juzgado».
Este es el motivo «esencial» del juzgado para mantener el secreto sumarial, apuntan los magistrados. Contra este auto no cabe interponer recurso ordinario alguno.