La Guardia Civil ha detenido a una persona que trató de huir de los agentes cuando transportaba 631 kilos de hachís, en una persecución que se inició en San Roque (Cádiz) y concluyó en Estepona (Málaga), unos cuarenta kilómetros por autovía.
Los hechos, según una nota del instituto armado, tuvieron lugar cuando una patrulla de seguridad ciudadana auxiliaba a los ocupantes de un vehículo que habían tenido un accidente de tráfico en el punto kilométrico 25 de la autovía A-7, sentido Málaga, a la altura de San Roque.
Uno de los agentes que estaba regulando el tráfico vio aproximarse un turismo Citroen C5 que circulaba de forma sospechosa y con evidente señales de llevar más carga de la permitida, por lo que le dio el alto.
El conductor del turismo y único ocupante hizo caso omiso a las señales y sobrepasó al agente a gran velocidad.
El guardia civil, que tuvo que esquivar al turismo, observó la presencia de un gran número de fardos en los asientos traseros.
Su compañero, que estaba en las cercanías del vehículo oficial, al observar la maniobra, montó en el patrullero e inició la persecución del turismo.
El otro agente se quedó auxiliando a los accidentados y comunicó por transmisiones la incidencia, por lo que varias patrullas se unieron a la persecución.
Durante la escapada, el vehículo que huyó circuló a gran velocidad y puso en grave peligro a los usuarios de la vía hasta el kilómetro 152 de la A-7, en la entrada de la localidad de Estepona, donde el turismo se adentró en los aparcamientos de un hotel.
Allí fue detenido por el guardia civil que inició la persecución, tras ofrecer una gran resistencia.
Cuando se estaba produciendo la detención llegaron el resto de unidades participantes en la persecución de los puestos de San Roque, Guadiaro y Manilva (Málaga).
Al detenido se le imputan delitos contra la salud pública, de robo de vehículo, falsificación de placas de matrícula, contra la seguridad vial, desobediencia grave y atentado a agentes de la autoridad.