El sacerdote y canónigo de la Catedral, Joan Darder, alertó en 2009 a la Policía Nacional de la presunta celebración de numerosos matrimonios de conveniencia en iglesias de Mallorca. La Parroquia de Nuestra Señora del Remei de Palma era uno de los lugares preferidos por los diez acusados, que serán juzgados mañana. La Fiscalía pide penas que suman 36 años de cárcel por delitos de pertenencia a asociación ilícita y falsedad de documento oficial.
Tras la denuncia, la Policía Nacional desarticuló el grupo organizado del que formaban parte los procesados. La única mujer acusada era quien celebraba los matrimonios canónicos fraudulentos entre los inculpados, todos de nacionalidad hindú, y españolas. El objetivo era legalizar la situación administrativa del ciudadano extranjero en España. Con estas bodas, los acusados consiguieron permisos de residencia y de trabajo, según la acusación del fiscal. Para celebrar los enlaces católicos aportaban certificados de bautismo falsos.