El capellán de la cárcel de Palma ha remitido una carta pública en la que afirma que «es intolerable que se desconfíe del buen hacer del colectivo de los funcionarios» y que «llama la atención» que se haya generado tanto interés por el reciente cambio de la directora cuando «habitualmente la prisión no interesa a nadie».
Jaume Alemany, director de Pastoral Penitenciaria del Obispado de Mallorca, alude en su escrito al interés en los medios de comunicación por la sustitución de la hasta ahora directora del centro, Andrea Romero, que solo ha desempeñado su función unos meses, por la nueva responsable, María Jesús de Dios.
El capellán se queja de las informaciones «frívolas» publicadas sobre este cambio y la cárcel en las últimas semanas, y expresa su sorpresa porque una cuestión de «trámite» como es el relevo de un director del centro cause un interés «desmesurado».
Sobre todo, continúa Amengual, porque «habitualmente la prisión no interesa a nadie: ni las condiciones de vida que se dan, ni la conveniencia de un cambio de planteamiento en las condenas y ejecución de penas, ni las iniciativas que asociaciones y voluntarios llevan a cabo».
En opinión del capellán de la cárcel, es «necesario que la sociedad tome conciencia del problema que supone tener 1.300 personas desocupadas que han tenido que desatender a la familia, han perdido el trabajo y se encuentran cumpliendo condena de privación de libertad».
Amengual pide a los partidos políticos soluciones «más humanizadoras» para las personas condenadas, a pesar de la opinión de sus votantes. «Éste es el auténtico debate que se evita mientras nos entretenemos en debates irrelevantes que descentran del auténtico problema», señala Amengual.