La Fiscalía define así en su escrito al dueño de La Tapa Andaluza como «el cerebro de la organización». Está acusado de liderar una banda de narcotraficantes que introducía hachís en Mallorca, entre junio de 2010 y enero de 2011. El ministerio público solicita penas que suman 136 años de cárcel y multas millonarias para la red. El juicio contra los 18 presuntos narcos se suspendió este lunes y se celebrará el 5 de junio.
El propietario de La Tapa Andaluza, según el escrito del fiscal, comprobaba la calidad de la droga y daba instrucciones al grupo que operaba en la Isla. Se enfrenta a 12 años de prisión. La mayor parte de la mercancía era suministrada desde Málaga. Luego, la introducían desde Barcelona por envío postal o en camiones de transporte.
El 2 de noviembre de 2010, uno de los acusados, que trabajaba como camionero, fue detenido en el puerto de Barcelona. La organización tenía miembros que trabajaban en una empresa de transportes de Palma. De este modo facilitaban la recepción de los envíos realizados desde la Península sin ser descubiertos. El 19 de enero de 2011, la Guardia Civil detuvo a cuatro presuntos narcos en las inmediaciones de esta empresa de transportes. Los agentes interceptaron 88,56 kilos de hachís.