La investigación policial en torno a la mafia búlgara que maltrataba y esclavizaba a una red de mendigos en Palma y Calvià sigue abierta y no descartan nuevas actuaciones. Los responsables de investigar el caso detectaron que dos boxeadores profesionales internacionales en la modalidad de MMA y de nacionalidad búlgara, maltrataron en Mallorca a al menos dos compatriotas, a quienes esclavizaron e, incluso, inyectaron anabólicos.
Las víctimas son dos jóvenes de entre 20 y 25 años de edad, que fueron captados en su pueblo de Bulgaria bajo falsas promesas de trabajo. Los líderes de la mafia les convencieron de que trabajarían en la recolección de naranjas en Las Bahamas. Los jóvenes residían en el domicilio de los ahora detenidos en la condición de siervos de éstos durante las horas en las que no ejercían la mendicidad.
Cada día, desde las 09 de la mañana y hasta las 21.30 horas, ambos ‘sin techo' eran obligados a pedir limosna en los centros comerciales de Santa Ponça y Ocimax de Palma. La recaudación diaria de cada uno debía de ser de 100, en caso contrario les daban palizas a puñetazos o con una barra de hierro.
La mafia búlgara quería expandirse en la Isla y apoderarse del terreno de los gitanos rumanos.