La Guardia Civil está investigando el robo de ocho canarios que el fiscal Miguel Ángel Subirán tenía en su casa de veraneo de la Colònia de Sant Jordi.
Los hechos ocurrieron hace unos días. Subirán alertó a los guardias civiles del cuartel de Santanyí de que la jaula con sus canarios, que estaba en la terraza, había sido abierta y no había ni rastro de los pájaros. El fiscal, que en numerosas ocasiones ha sido víctima de ataques, y que a raíz de esta situación lleva pistola, teme que se trate de una nueva venganza contra él por la investigación que lleva a cabo contra la trama de corrupción policial en Palma, y que se ha saldado de momento con más de sesenta agentes imputados.
Nada más tener conocimiento del robo, agentes de la Benemérita se desplazaron hasta el apartamento de verano de Subirán y llevaron a cabo una inspección ocular, por si los asaltantes habían dejado algún rastro.
De momento, no está claro si se trata de un venganza contra Subirán, que es un aficionado a los canarios, o de un robo que no tiene relación con su labor anticorrupción.