«Putos negros, como no trabajéis os voy a echar a los leones». Esta es solo alguna de las muchas frases despectivas que vertía la encargada de la lavandería Alfesa contra sus trabajadores, según la denuncia.
Este jueves agentes de la Policía Nacional procedieron a su detención acusada de un presunto delito contra la integridad moral. Del mismo modo, Piedad Marín, magistrada titular del juzgado de Instrucción número 4 de Palma, en funciones de guardia, tomó declaración a los empresarios detenidos en el marco de la operación contra la explotación laboral. Durante los registros practicados en el chalet del máximo responsable de la empresa, los agentes se incautaron de unos 15.000 euros y unos 4.000 francos franceses en efectivo. También se llevaron vehículos de lujo entre los que se encontraban varios BMW, un Audi y un Jaguar, entre otros vehículos.
Los responsables de la empresa están acusados de someter a sus empleados a jornadas maratonianas.
Este miércoles se procedió al arresto de la encargada del local, una ciudadana polaca de unos 30 años que, según todos los denunciantes, era una auténtica «dictadora que trataba a los empleados como si fueran animales».
La jueza decretó la libertad con cargos a los detenidos y les retiró el pasaporte. La operación sigue en marcha y no se descartan nuevos arrestos.