Las imágenes de colas a ambos lados del túnel de Sóller se han convertido en motivo de alarma, además de sinónimo de preocupación por la elevada densidad de vehículos que, en ocasiones, transita con destino o punto de partida en la capital de la Vall. Por ello, las autoridades tuvieron que tomar medidas meses atrás, activando y diseñando un plan de actuación en caso de retenciones notables, cerrando la infraestructura y redirigiendo el tráfico para evitar el colapso de la zona.
Pero esas situaciones no han sido el principal motivo que ha generado, de manera puntual, el cierre del túnel, que sí lo ha estado por motivos de mantenimiento y obras en franjas horarias de baja frecuencia de paso de vehículos. Desde el Departament de Carreteres del Consell de Mallorca se han notificado un total de 37 incidencias desde el 1 de enero y hasta finales de septiembre de este mismo año.
De todas ellas, apenas 5 (un 13'5%) se corresponden a retenciones de tráfico, contrastando con los dos principales motivos del cierre del túnel. Del resto de la lista, hay de todos los tipos, algunos más o menos curiosos y otros llamativos. Pero el más numeroso es la presencia de ciclistas despistados que, bien por desconocimiento de que está prohibido el acceso al túnel de las bicicletas, o tirando de pillería para evitar los poco más de cinco kilómetros hasta la cima del Coll de Sóller, se cuelan en el túnel por ambas caras.
Los datos
Un 40% de las incidencias que han llevado a activar el semáforo rojo corresponden a esos ciclistas, cuya presencia ante las cámaras de seguridad del túnel ha sido todo un dolor de cabeza, superando incluso a las incidencias correspondientes a vehículos de todo tipo averiados: coches, motos, camiones, furgonetas.... Cuestiones mecánicas, ruedas pinchadas, un coche eléctrico sin carga suficiente y poco combustible... Hasta un motorista que se resistió a abandonar su moto al no tener servicio de asistencia y abandonó el túnel arrastrando su vehículo obligó a detener la circulación.
Un accidente de moto, una revisión de las planchas o el paso de una marcha cicloturista en dirección al Puig Major (La Bola) han sido otros de los motivos por los que se ha cortado el acceso por ambas bocas al túnel de Sóller, una de las grandes referencias de la red viaria de Mallorca al ser la puerta de entrada a la Serra de Tramuntana desde Palma. También en el municipio de Sóller, aunque en dirección al Port, el túnel de Sa Mola apenas contabilizó cinco actuaciones puntuales, aunque sí en este caso las retenciones de tráfico han sido el principal motivo, con cuatro intervenciones por una correspondiente a una avería de un vehículo.