El hermano de la celebridad y activista paquistaní Qandeel Baloch ha confesado este domingo que la estranguló «por honor y sin remordimientos» como represalia contra las publicaciones de la joven en Internet, donde colgaba imágenes personales de contenido prohibido por las facciones más conservadoras del país.
En la rueda de prensa, el hermano de la fallecida confesó que la actividad de Baloch en las redes sociales fue el detonante que le impulsó a acabar con su vida.
«No me arrepiento de nada. No tengo remordimientos», manifestó Muhammad Waseem, durante una rueda de prensa ante los medios bajo custodia policial. Baloch -cuyo nombre real era Fauzia Azeem- fue primero incapacitada «con una pastilla» y posteriormente asesinada en su domicilio familiar durante el pasado fin de semana.
«Su actitud se había convertido en algo que no podía soportar», añadió Muhammad. «No se enteró de nada, le di una pastilla antes de matarla», manifestó en su declaración, recogida por el diario paquistaní 'Dawn'.
El asesinato ha vuelto a desatar la polémica sobre los llamados «crímenes de honor» contra las mujeres paquistaníes, justificados por los sectores más reaccionarios contra la expansión de los derechos y libertades de la mujer en el país centroasiático.
Baloch, de 26 años, colgaba imágenes de su persona en su página de Facebook junto a mensajes que criticaban «la perspectiva ortodoxa típica» de la población paquistaní.
Más de 500 personas -mujeres, la práctica totalidad- fallecen cada año en Pakistán por crímenes de este tipo, particularmente centrados en las mujeres pero que se extienden a todo tipo de prácticas que «avergüenzan» a una comunidad.