La Guardia Civil ha hecho este lunes balance de la operación «Iron Belt», en la que se han desarticulado dos de las principales organizaciones de narcotraficantes más activas de Mallorca y que se ha saldado con 94 detenidos y la incautación de casi 100 kilos de diferentes drogas y 470.000 euros en metálico.
42 de los detenidos han ingresado en prisión, 20 están en libertad bajo fianza y 30 están libres con cargos, según señala el instituto armado en una nota de prensa en la que subraya también la aprehensión de 4 armas de fuego, 5 armas simuladas, numerosas armas blancas y 19 vehículos.
Las drogas requisadas son 24 kilos de cocaína, 45 kilos de hachís, 11 de marihuana, 5 litros de ayahuasca y 16 kilos de sustancia de corte para la cocaína.
Tras más de un año de investigación, el pasado mes de mayo se puso en marcha una primera fase de intervención en la que se desarticularon 13 puntos de venta tras 19 registros domiciliarios en Felanitx, Petra, Manacor, el Toro (Calvià) y Palma.
Entonces fueron detenidas 27 personas y se encontraron 6 kilos de cocaína, 3 de hachís, 5 de marihuana, medio de cristal, además de incautarse 3 vehículos y 10.000 euros.
En junio se puso en marcha la segunda fase, que culminó el pasado viernes, una vez identificado el grupo que abastecía a la organización asentada en Mallorca.
Inicialmente la Guardia Civil detuvo a 27 personas en Madrid, Burgos y Segovia y les requisó 7 kilos de cocaína, 5 de ayahuasca, 5 turismos y unos 40.000 euros en metálico. Además, el mes pasado en otras intervenciones de menor alcance ligadas a la operación se encontraron otros 3 kilos de cocaína.
El viernes pasado, 300 agentes de la Guardia Civil, muchos de ellos desplazados desde la península, realizaron 42 registros en varios puntos de Mallorca, sobre todo en Palma, y detuvieron a 42 personas en cuyo poder encontraron 8 kilos de cocaína, 42 de hachís, 6 de marihuana, 200 pastillas de éxtasis, además de sustancias de corte.
También se les intervinieron armas reales y simuladas, navajas y cuchillos, 11 coches, la mayoría de alta gana, y unos 280.000 euros.
Entre los detenidos el viernes está el responsable de introducir la cocaína en España. La sustancia era transportada por barco desde países de Sudamérica hasta el puerto belga de Amberes, desde donde se distribuía en dobles fondos creados en vehículos que viajaban hasta la península y después se desplazaban a Mallorca.
El presunto traficante, que abastecía tanto al clan de «La Eva» como al de «Los Benabad», también controlaba varios puntos de venta en Alcudia y en los barrios de Son Gotleu y Corea de Palma, y regentaba asimismo dos clubes de alterne, por lo que también está imputado por trata de blancas.
Los clanes citados empleaban testaferros para manejar empresas a través de las que blanqueaban los beneficios que obtenían con la venta de estupefacientes.
El de «Los Benabad» es un grupo liderado por dos hermanos con numerosos antecedentes penales que vivían en mansiones y conducían coches de lujo.
«La Eva» dirigía un clan asentado en Son Banya, donde controlaba la mayoría de los puntos de venta y pagaba a personas que custodiaban la droga y el dinero.
«Uno de los clanes -indica la Guardia Civil- disponía en un garaje de una de las viviendas del Coll d'en Rabassa donde tenía oculto tras un falso tabique un habitáculo para torturar a las personas que no pagaban sus deudas con la organización».