José Enrique Cabellos, comisario de la Policía Local de Palma, reconoció en sede judicial que era conocedor de que agentes del Grupo de Acción Preventiva (GAP) actuaban de forma arbitraria, irregular y utilizando la represión como arma de intimidación.
«En la época actual se han convertido en el grupo apoyado por la cúpula del poder tanto policialmente como políticamente hablando. Que el propio concejal Guillermo Navarro asistía a prácticas de tiro que hacía el GAP-2 y se hacía fotos con ellos», apunta el comisario Cabellos en otro apartado de la declaración.
El alto mando policial reconoció ante la magistrada Carmen González la existencia de grandes y suculentos aguinaldos que enviaba determinado empresario a mandos policiales. «Recibí una cesta con jamones, vinos, turrones y la consideré claramente inapropiada e inaceptable». También reconoce que tenía constancia de que otros mandos la habían recibido.