Ramón Morey, el ‘número 2' de la delegación del Gobierno en la época de Ramón Socías, fue investigado por su vinculación con la trama de corrupción en la Policía Local. El exsecretario general fue imputado por los delitos de omisión del deber de perseguir delitos y tráfico de influencias.
Muchas de las grabaciones entregadas por Miguel Estarellas, el sindicalista del cuartel de San Fernando que aparece en el centro de la corrupción, hacían referencia al empresario Antonio C. El investigado regentaba por aquel entonces el prostíbulo El Templo del Faraón y sufría acoso por parte de los policías corruptos, que querían controlarlo.
Según fuentes policiales, «Antonio C. mantenía amistad con el entonces secretario de la delegación del Gobierno, Ramón Morey Aguirre, a quien visitaba frecuentamente en su despacho de la delegación e informaba, como ha quedado acreditado a través de las grabaciones de audio en poder de la Fiscalía, del acoso y los problemas que venía sufriendo en su negocio, desde que retiró la seguridad a miembros de la policía».
Según Nicanor Góngora, Antonio C. comentaba que el secretario general de la Delegación «le hacía favores a cambio de favores». Para la policía, queda acreditado que al ‘exnúmero 2' de Ramón Socías, el dueño del Templo del faraón le exponía sus problemas «sin duda con la finalidad de que éste (Morey) utilizara su cargo y contactos» para ayudarle.