Dos de los policías locales de Palma implicados en la trama corrupta en el cuerpo planteaban entrar en el despacho del magistrado que instruye la causa. Según declaró otro de los agentes implicados, los dos sospechosos buscaban la ayuda de algún integrante del servicio de limpieza del edificio judicial de Vía Alemania para poder acceder a estas dependencias.
El magistrado refleja este episodio en uno de los últimos autos notificados sobre esta investigación que lleva dos años bajo secreto de sumario. En uno de esas interlocutorias prorroga un mes más el secreto de las actuaciones tanto por la existencia de nuevos datos aún pendientes de confirmación como por la necesidad de proteger pruebas y testigos.
La otra resolución es la que enviaba a prisión a tres agentes más después de constatar la existencia de indicios de que habrían intentado coaccionar a testigos.
El juez Manuel Penalva recoge, entre otras, maniobras de los encausados para manipular pruebas el intento de allanamiento de su despacho. La presunta finalidad de esta entrada en tomar imágenes de varias fotografías que tiene el magistrado de «contenido cinegético». Sin embargo, Penalva no descarta que «la verdadera intención fuera la de acceder al procedimiento mientras estaba declarado secreto».
Uno de los dos agentes sospechosos de urdir este plan se encuentra ahora mismo en prisión preventiva, el otro lo estuvo durante unas semanas, lo mismo que el policía que denunció el plan.