«Siempre tenemos a alguien abajo de la carretera, conectado por walkie con nosotros para que nos informe si sube algún coche. No somos unos inconscientes que nos jugamos la vida, adoptamos todas las medidas de seguridad posibles». Jóvenes que practican longboarding en sa Calobra y otros parajes de la Isla defendieron este martes «nuestro deporte extremo» y sostuvieron que no hacen carreras temerarias, sino «descensos rápidos pero controlados».
La polémica saltó ayer después de que Ultima Hora publicara un vídeo en el que dos expertos patinadores se lanzan durante casi ocho minutos por las curvas de sa Calobra, a una velocidad de vértigo y con una tercera persona grabándolos detrás.
Toni, uno de los aficionados a esta disciplina extrema, contactó con Ultima Hora para dar su opinión: «Lo que la gente no sabe es que uno de los nuestros vigila que no suba ningún conductor por la carretera. Nunca bajamos así, sin más. Somos patinadores, no delincuentes. Muchos llevamos cinco años o más haciéndolo y nunca hemos tenido ningún problema, en todo caso una caída». Gabriel, otro longboarder, explicó que «hace diez años que hay descensos en sa Calobra. Es cierto que es un deporte de riesgo, pero no se trata de carreras ilegales».
Ultima Hora también recibió este martes numerosas quejas de conductores que se han topado con patinadores. Uno de ellos, Pep Toni, explicó que «bajando de Valldemossa me encontré con dos chicos delante, bajando en monopatín. No sé si eran los chicos del vídeo. El padre iba detrás, grabando sus fechorías. Llamé al 112 para que avisaran a la Guardia Civil». Un ciclista relató que en junio se topó con tres patinadores «que bajaban a toda velocidad del Puig de Santa Magdalena, en Inca. Me asusté mucho y recuerdo que llevaban una furgoneta de apoyo».