Una infección bucal supuso un calvario para una médico hematóloga hospitalizada en Son Dureta, durante 24 días, en enero de 2009. La paciente denunció a dos médicos maxilofaciales por una negligencia y pidió un año de cárcel para cada uno. «Fue horrible, temí por mi vida», dijo en su declaración.
Juzgados la pasada semana en Palma, la magistrada ha condenado a los doctores a pagar 26.193 euros de indemnización, en concepto de responsabilidad civil, derivada de una falta de lesiones por imprudencia leve. De esta cantidad se hará cargo una entidad aseguradora y el IB-Salut.
La juez afirma que hubo una imprudencia por parte de los médicos, asistidos por Josep Zaforteza, pero entiende que no llega a haber un delito y les absuelve de la petición de prisión e inhabilitación.