La madre de Luis Rodríguez Toubes, un joven que en 2011, con 21 años, presuntamente estafó a un matrimonio mallorquín bienes por valor de 37,9 millones de euros, ha manifestado que los denunciantes le dijeron que «para que nuestro patrimonio se lo quede el Estado, que sea para tu hijo», ratificando de este modo la tesis mantenida por el acusado.
Rodríguez Toubes se sienta desde este lunes en el banquillo de los acusados bajo una petición de pena de cuatro años de prisión por parte de la Fiscalía, y de hasta ocho por parte del matrimonio, asistido por los abogados Eduardo Valdivia y Jaime Campaner. También su madre está siendo juzgada por estos hechos.
Durante su declaración ante el tribunal de la Sección Primera, la madre de Toubes, Catalina Rosselló, ha defendido que fueron los denunciantes quienes de forma voluntaria quisieron donarles sus bienes a su hijo, por la confianza que tenían con él desde hace años y porque no tenían descendencia. «Estaban encantados», ha recordado.
Del mismo modo se pronunció Rodríguez Toubes ante la Sala al ser preguntado al respecto. Según alegó, la pareja supuestamente perjudicada le dijo que «no tenían hijos y que les gustaría que su patrimonio quedara en manos de alguien de su misma cuerda, de su mismo nivel». «Querían donarme sus bienes y me los fueron entregando poco a poco. Son peculiares, no son gente común», apuntó.
Sin embargo, la Fiscalía asevera que fue el inculpado quien convenció a los afectados de que le compraran dos inmuebles contiguos a la vivienda del matrimonio que en realidad no eran suyos y, a cambio de hacerles un precio ventajoso y encargarse él de la operación ante el banco, le donasen todos sus bienes a fin de aparentar solvencia económica.
El acusado recordó que los querellantes mostraron un interés por ambas fincas para que no se construyera nada en esa zona, por una de las cuales le pagaron 30.000 euros. «Los estafados somos nosotros: nadie compra por 30.000 euros un solar en primera línea», remarcó. En concreto, el solar está ubicado en la Avenida Mediterráneo de S'Estanyol, en Mallorca.
El inculpado, asistido por el abogado Laureano Arquero, precisó que tenía una relación «bastante antigua» con ellos porque eran vecinos y sus respectivas familias se conocían desde hacía años. Es más, ha manifestado que constituían dos de las pocas familias «buenas» de Llucmajor, una localidad que ha calificado «de payeses».
Rodríguez Toubes ha insistido en que no engañó a los denunciantes, ya que «tontos no eran, tenían sus asesores y abogados». «Están enfurruñados, ya se les pasará», ha espetado.
Por el contrario, el Ministerio Público sostiene que el procesado se aprovechó de la escasa formación cultural de los perjudicados para obtener un provecho patrimonial persuadiéndoles de que, con la adquisición de las fincas, ambos tendrían una de las propiedades más importantes de Mallorca por su extensión costera.
Así, con el primer inmueble, Rodríguez Toubes hizo creer que era de su madre, cuando en realidad pertenecía a Valery Karpin S.L., a quien aquélla la enajenó en el año 2007. Respecto a la segunda finca, el acusado dijo «falazmente» al matrimonio, según la acusación pública, que su madre todavía conservaba derechos sobre la misma.
Al no disponer los afectados de la liquidez necesaria para la adquisición, el inculpado les convenció para que le donasen todos sus bienes y así aparentar solvencia económica logrando su objetivo: comprar la finca a un precio ventajoso, asegurándoles además que posteriormente les devolvería sus inmuebles puesto que, según él, «las donaciones eran ficticias».
La acusación relata cómo, para dar mayor credibilidad a su promesa, les propuso no ser el beneficiario de todas las donaciones, apareciendo su madre como donataria en algunas de ellas.
Ejecución del plan
«En ejecución de este plan consiguió que el matrimonio le hiciera donación de casi todos sus bienes con el consiguiente perjuicio económico, ya que una vez a su nombre las fincas no cumplió con su palabra de retrotraer las operaciones», abunda la Fiscalía.
El importe total de las fincas donadas asciende a 37,3 millones de euros. El acusado adujo del mismo modo que, además de aparentar solvencia, debía entregar cantidades en efectivo a cuenta, por lo que le entregaron 200.000 euros en efectivo y choques por valor de 359.155 euros que el joven incorporó a su patrimonio.
El juicio continuará a lo largo de toda la semana. Está previsto que este martes prosiga la declaración de Toubes con el interrogatorio de las defensas.