La Sala de lo Civil y lo Penal del TSJB ha confirmado las condenas de 20 años de cárcel para Antonio Llompart por matar a su madre con una mancuerna. La misma sentencia también desestima la petición del padre para rebajar la pena de tres años de cárcel por maltratar a la víctima.
Antonio Llompart Perún mató a su madre el 28 de febrero de 2013. Desde hacía años la maltrataba. Ese día la atacó con una mancuerna y tras darle varios golpes y, cuando ésta ya agonizaba, la asfixió con un cable. Su padre, Antonio Llompart Mora, fue absuelto por el jurado popular que no encontró pruebas de que participara en el crimen o que estuviera presente. Sin embargo sí se le condenó por maltratar a la víctima y se le impuso una pena de tres años de cárcel que implicaría el ingreso en prisión del acusado, que supera los 80 años de edad.
Ante el TSJB las dos defensas buscaban rebajar la duración de las condenas de ambos acusados. Sobre el padre se reclamaba la aplicación de un tipo penal más bajo, de manera que la pena quedara en seis meses de prisión y pudiera ser suspendida. El Tribunal señala que durante años el acusado conocía y toleraba la violencia de su hijo contra la mujer. «Uno de los mecanismos que prendieron la mecha, hasta llegar al terrible episodio final era la convicción implantada en su hijo de que María Luisa Perún no era esposa y madre de los acusados, sino alguien a quien se había contratado para servirlos, hasta convertir a la víctima en un objeto apto para recibir la lluvia a golpes a que la sometía el menor», refleja la sentencia sobre el papel del padre.
El TSJB repasa todas las declaraciones de amigas de la víctima y de vecinos de la calle Rosselló i Caçador de Palma que presenciaron episodios de desprecio del acusado a su mujer. También se refiere al diario de la víctima y se queda con la anotación en la que la fallecida refleja que su hijo le soltó: «Me dijo papá que solo te necesitamos para hacer de criada, tú eres solo eso. Tu obligación es servirme, gracias que tienes una casa y comes gratis».
Conclusiones
Así, concluye que no existen dudas de la intervención del padre en los malos tratos y ratifica la condena del jurado. También desestima la petición de aplicar un tipo menos grave porque entiende que las humillaciones que sufrió la víctima ocurrieron delante de un menor de edad -el propio autor de ellas-, por lo que corresponde una condena más alta.
Sobre el asesino, su defensa planteaba varios motivos para intentar rebajar la condena impuesta, la máxima que reclamaba la Fiscalía. El TSJB reitera los motivos expuestos por el magistrado que impuso esa pena y alude a la dureza de la agresión, «en los límites del ensañamiento» y de la «desmedida crueldad».