Los guardias civiles del cuartel de Son Rapinya vivieron este jueves otro susto, sólo días después de que un conductor a la fuga se estrellara contra las oficinas. En esta ocasión, fue un joven que perdió el control por la lluvia y se estrelló contra las instalaciones.
Poco después de las dos de la tarde, un Ford Fiesta que venía del centro se dirigió hacia la vía de cintura. A la altura de la rotonda de Son Rapinya, el conductor perdió el control por el asfalto mojado y el vehículo se estrelló contra una farola, que amortiguó el impacto, y finalmente contra la pared del cuartel.
Parte del muro se vino abajo y los cristales y un pilón se estrellaron contra un coche aparcado abajo, en el aparcamiento. El automóvil sufrió cuantiosos daños materiales. El estruendo provocado por el accidente sobresaltó a los agentes que trabajaban en las oficinas, que corrieron a la calle para interesarse por lo ocurrido.
El conductor explicó que había perdido el control y no había podido hacer nada para evitar la colisión con las oficinas beneméritas. Una grúa se llevó después el Ford Fiesta, que quedó en estado de siniestro total.