El rancho La Paz de s'Aranjassa tiene nuevos ‘inquilinos'. Se trata de varias familias gitanas que, desde el pasado septiembre, se han hecho dueñas absolutas de las instalaciones al tomar posesión de ellas tras entrar ‘al patadón'.
Según consta en la denuncia interpuesta por la actual propietaria –una británica que por cuestiones familiares tuvo que abandonar la Isla unos días–, los gitanos llegaron con una furgoneta, forzaron las cerraduras y se apoderaron del rancho.
Tras avisar a la Policía Local de Palma, los agentes llegaron a la zona y comprobaron cómo los integrantes del clan estaban reventando las cerraduras. En el momento en que los agentes estaban procediendo a sacar fuera a las familias gitanas y conducirlas hasta dependencias policiales para su identificación, llegó otro integrante del clan con un contrato en la mano. El documento aportado afirmaba que un intermediario le había alquilado el rancho por 750 euros al mes. Ante estos hechos, la Policía Local no pudo sacarlos fuera y emplazó a la propietaria a que denunciara la supuesta falsificación documental ante el juzgado.
Los representantes legales del rancho –valorado en más de dos millones de euros– presentaron inmediatamente una denuncia en el juzgado de guardia, pero la lentitud de la Justicia está provocando que la supuesta falsificación del contrato ralentice la resolución de desalojo.